Aguas Urbanas en el Valle Marquense

Agua segura, buena salud y vida

El servicio de agua de los habitantes del área urbana es interrumpido, de mala calidad y se vuelve crítico con los cambios climáticos y demográficos. Las municipalidades socias que se ubican en la parte alta de la Cuenca del Río Naranjo, en el departamento de San Marcos. Tienen una población de 118,270 (52% mujeres y 48% hombres), con un alto crecimiento poblacional (2.45%), una alta tasa de urbanización (60%), y una alta densidad poblacional (296 personas/km2) representan retos para cubrir los servicios básicos, ya que se autorizan constantemente construcciones de viviendas, comercios e industrias, lo cual provoca una creciente demanda de agua. La cobertura del suministro de agua potable para usos domiciliares, comerciales e industriales alcanza un promedio del 95% y los sistemas fueron construidos entre 1959 y 1994, sobrepasando su vida útil. Sin embargo, siguen funcionando, con limitaciones, los caudales son bajos e interrumpidos con más del 30% de fugas y los sistemas están deteriorados. Las fuentes de aguas están agotándose y reduciendo su caudal, induciendo a una mayor captación de acuíferos. Sin embargo, el nivel freático también está bajando progresivamente.

A pesar de contar con un plan de desinfección (con cloro) existen riesgos de contaminación bacteriológica (debido al deterioro de los sistemas físicos de distribución y desprotección de las fuentes de abastecimiento), y química (debido al uso excesivo de agroquímicos en los terrenos agrícolas). Las zonas de recarga hídrica y nacimientos enfrentan a problemas de deforestación (por tala ilegal de árboles), delimitación inadecuada, pastoreo, uso agrícola, incendios y contaminación (por falta de saneamiento ambiental). 

Según el Análisis de la Vulnerabilidad ante el Cambio Climático en el Altiplano Occidental de Guatemala, la parte alta de la cuenca del Río Naranjo estará sujeta a amenazas, tales como una baja prevista de precipitación, pero en lluvias más concentradas, y la ocurrencia de heladas, inundaciones, deslizamientos, erosiones e incendios forestales es alta a muy altamente vulnerable. La demanda y oferta hídrica será también altamente vulnerable, ya que el balance hídrico irá agotándose, debido a la menor precipitación y la menor alimentación de aguas subterráneas por el alto escurrimiento de lluvias concentradas.

Objetivo general:

Contribuir a que las mujeres, hombres, niñas, niños, y las futuras generaciones de los cascos urbanos de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, San Antonio Sacatepéquez, San Cristóbal Cucho y Esquipulas Palo Gordo dispongan de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico; de manera financiera, institucional y ambientalmente sostenible.

Objetivo específico: 

Contribuir a una mejor resiliencia al cambio climático de los sistemas urbanos de agua y drenaje de San Marcos, San Pedro, San Antonio, Esquipulas Palo Gordo y San Cristóbal, y la mejor eficacia, continuidad y calidad del servicio de agua.

Resultados:

1. Sistemas de aguas y drenaje más resilientes: que cumplen con los servicios requeridos de la población urbana según los planes maestros de agua y planes de manejo de cuencas, y anticipan cambios climáticos y demográficos; e incorporan medidas de reforestación y protección en las zonas de recarga hídrica y nacimientos para mantener caudales; y mecanismos funcionales de pago por servicios ambientales para financiar estas medidas; además incorporan medidas para promover la filtración y la cosecha de aguas de lluvias para evitar inundaciones y alimentar mejor el agua subterránea.
2. Sistemas de agua y drenaje mejor gestionados y sostenibles: en los cuales el servicio se presta con tarifas reales que cubren todos los gastos; con una mejor capacidad operativa y con sistemas innovadores y tecnificados de administración y control; se institucionalizan medidas para rendición de cuentas, transparencia y respuesta rápida a fugas, tomas ilícitas y focos de contaminación; y se promueve una mejor cultura de pago y ahorro de agua.
3. Agua de mejor calidad: asegurada a través de un mejor monitoreo de su calidad; mejor tratamiento; mejores controles sociales; y medidas de saneamiento ambiental.